sábado, 14 de enero de 2012

Recortando...


... que es gerundio. Así nos encontramos, compañeros. Comprobando entre indignados y descreídos como nuestros mandamases se ponen a quitarnos algunos de los cacahuetes que nos lanzan como premio a nuestro quehacer.

No hay derecho, ya se sabe, pero con la fantástica (sic) gestión de nuestro dinero con que nos honran nuestros responsables públicos... ¿qué esperábamos?, ¿que fuera todo bien? Aunque lo que me fastidia realmente es la impunidad con la que esto se ha hecho. Ahí falla nuestro sistema.

Espero que la tibia respuesta que empieza a articularse sirva para algo. Mientras, tendremos que hacer lo mismo por menos. Pero eso es algo que va dejando una huella de desconfianza que no será nada fácil solucionar. Más aún porque no creo que por parte de los causantes de todo esto haya voluntad más allá de la propia supervivencia.

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